su hechizo de tristeza.
Sobre estas tierras
_su magia
ya no reina.
ya no reina.
Melancólico,
con vientre de acero,
de cuerpo dormido
_queda en mi memoria
su helado soplido.
Su aleteo me salpica,
se despide pero no se va,
con vientre de acero,
de cuerpo dormido
_queda en mi memoria
su helado soplido.
Su aleteo me salpica,
se despide pero no se va,
vuelve por momentos
impregnado en la brisa.
Su cola deambula
aún indecisa;
no hay marcha atrás,
nada detiene su partida.
Allá va,
dando vuelta a la esquina,
entre los días de octubre,
escapa deprisa.
Con todos los sentidos
me aferro a lo que queda:
su recuerdo indeleble,
su belleza
_que me apena.
Esperaré bajo el sol
_solo
a que vuelva.
_M.O.