Los amores de hoy
parece que se eligen
desde el otro lado de una vitrina,
después de evaluar
la relación costo-beneficio,
tras barajar
atributos y candidatos
desestimando lo emocional.
Los amores de hoy
se desechan
antes de desenvolverse,
se devuelven
antes de probarse,
se cambian
por otros más modernos
antes de que añejen.
Los amores de hoy
a veces se truncan
tras un saludo sin retorno,
se desvanecen
entre compromisos
y obligaciones,
se extravían cegados
por orgullo o desidia.
Los amores de hoy
están a distancia de un dedo
y a la vez reposan
en universos diferentes,
florecen
obonados por la ilusión,
y se marchitan
desecados por el desinterés.
No me resigno aún
a dar todo por perdido,
porque confío
que al llegar el alba viviremos
un amor del mañana.
_M.O.
