Planificar los días
es un acto inconsciente
por poner algo de orden
al desconcierto que nos guía.
Todas las listas, las rutinas,
cada acto, cada pensamiento,
las reglas, los mandatos,
el modo de hacer las cosas y su tiempo...
_las personas, los momentos.
Seguimos un patrón, un modelo impuesto.
Hay flexibilidad dicen, pero:
¿cómo curvo las horas?
¿cómo abandono o, al menos,
cómo dejo a un costado el esqueleto?
Planificamos
para actuar en consecuencia,
sin embargo, de mí,
solo espero
ser capaz de romper el marco
y cruzar el cielo.
_M.O.
Genial tu poema! planificar no sirve de nada si no se vive el presente. Un abrazo
ResponderEliminar¡Hola Germán!
EliminarComo vos bien resumís, en general nos enfocamos demasiado en buscar poder controlar lo que vendrá; sin embargo, así como nos ponemos a nosotros mismos en esa situación, también lo hacemos, quizá de forma inconsciente, con otras personas.
Mi intención está puesta más bien en expresar el hecho de tener que regir nuestras acciones de acuerdo a ciertos lineamientos sociales y temporales que nos quitan la posibilidad de vivir nuestra propia individualidad y que, por tanto, nos puede hace pensar que los caminos posibles son limitados, aunque así no lo sea, claro.
Muchas gracias por pasar y dejar tu comentario.
Otro abrazo para vos :)