bajo la luz rojiza de la calle:
la noche,
que se extiende
vestida de aparente calma;
las vidas,
que aguardan sedadas
por efecto de las horas más oscuras.
El velo del sueño
reposa sobre los cuerpos,
templando las conciencias,
transformando las realidades
en silencio generalizado.
Temo a lo desconocido,
a la vorágine de los días
que solo esperan agazapados
a que vuelva a amanecer.
_M.O.