31.08.20 - Refugio.

Me siento a gusto,
ilusionado,
esperanzado,
fascinado,
intrigado
_por momentos;
vinculado, de cierta manera,
emocional-
atemporal-
colectiva-
         -mente
con aquellos que escriben,
que apuestan por la perpetuidad de la palabra,
que creen en el poder de la poesía,
que derraman su voz
y decantan su esencia
_sobre el papel,
que aún se vuelcan a olvidadas tecnologías.

Me siento cercano y a la vez
extremadamente alejado,
_avergonzado,
porque en verdad no los conozco;
porque las miradas desdibujan los trazos
porque las voces deforman las palabras
porque las mentes reinterpretan las obras
_a gusto y deseo;
y, así, yo también lo hago.

Sin embargo
los siento a mi lado,
conmigo,
dentro mío,
cada vez que los releo,
que los observo,
que los recuerdo;
cada vez que la poesía
se vuelve un salvavidas en mí.

_M.O.

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