No te supe entender.
Solo te abracé
hasta donde me dieron los brazos.
Mi pretención de un amor eterno
quedó solo en la intención
alimentada por la migajas
de un entusiasmo pasajero.
No encajamos.
No nos acomodamos,
ni nos dimos el lugar para ser
_porque
cual de los dos más rígido (?)
Hoy te dejo ir,
sin tristeza ni culpa,
porque no mereces
morir en el silencio;
aunque sabiendo
que eres mucho más
de lo que mis manos
sólo pudieron acariciar.
_M.O.